El plástico es uno de los productos que llegó hace años a nuestras vidas para revolucionarlas por completo y es que gracias a él hemos podido fabricar un gran número de bienes con una particularidad muy importante y es que le hemos podido dar la forma que más nos ha convenido en cada momento. Y es que el plástico es uno de los elementos más moldeables que nos podemos encontrar en el día a día, por lo que a nadie le extrañó que su crecimiento fuese tan exponencial y, en pocos años, se haya convertido en una cuestión casi imprescindible para nuestra vida. Pero más allá de su moldeabilidad, la realidad es que el plástico también cuenta con otra particularidad y es su peso, el cual también nos ha beneficiado en múltiples sectores económicos.
En este sentido, si os paráis a pensarlo un poco, los que ya comenzamos a tener una edad somos conscientes de que hace unos pocos años todos los coches eran de hierro mientras que hoy en día es el plástico su elemento predominante y esto es así por múltiples razones que van desde su peso, tal y como os estamos comentando a la facilidad de moldeado que permite hacer cientos de formas diferentes, casi una por coche. Asimismo, más allá de esto, el precio de fabricación también influye en gran medida, dado que el coste del plástico es mucho menor que el de cualquier metal.
Estas ventajas de las que os estamos hablando han convertido al plástico en uno de los productos más demandados por las empresas globales y es que todas ellas coinciden en las decenas de ventajas que aporta este material. Sin embargo, al hablar de plástico, todavía hay mucha gente que no sabe realmente lo que es, por lo que a continuación trataremos de explicarlo. Así, se denominan plásticos a los materiales constituidos por una variedad de compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos, los cuales cuentan con la propiedad, como bien os hemos adelantado, de ser maleables y, por tanto, pueden ser moldeados en objetos sólidos de diversas formas, por lo que esta propiedad confiere a los plásticos una gran variedad de aplicaciones. Su nombre, con el que denominamos este producto de forma habitual, deriva de plasticidad, una propiedad de los materiales, que se refiere a la capacidad de deformarse sin llegar a romperse.
En concreto, los plásticos son típicamente polímeros de alto peso molecular de moléculas orgánicas. Usualmente se sintetizan a partir de derivados químicos del petróleo (petroquímicos), aunque bien es cierto que también existen, en menor medida, plásticos derivados de fuentes renovables, tales como el ácido poliláctico o también hay plásticos derivados del almidón y de origen bacteriano como los polihidroxialcanoatos.
Con tales propiedades y ventajas, no es de extrañar que cada vez más compañías recurran al plástico para hacer sus productos y, en este sentido, una de las empresas más punteras en ofrecer soluciones plásticas es Pérez Linares, una sociedad que nosotros os recomendamos por trabajar con dedicación este producto y a la que años de experiencia y buen hacer le avalan, sobre todo, en lo relativo a la fabricación de diferentes envases adaptados a las necesidades de cada cliente. Pero es que lo cierto es que el éxito de este producto pasa por un sinfín de ventajas alrededor de este material, las cuales se suman a las que os hemos ido avanzando y que, entre otras, son:
- Alta resistencia. Los envases plásticos son prácticamente irrompibles, lo que evita derrames o daños en los productos alimenticios.
- Higiénico. Permitiendo que el consumidor vea el producto, su color, frescura y composición, evitando deterioros y cumpliendo con las reglas de higiene.
- Los plásticos son químicamente inertes, lo que entrega total seguridad al envasar medicamentos, alimentos y líquidos. Sumado a todo esto, los plásticos tienen la propiedad de ser ligeros, versátiles, durables, aislantes eléctricos y absorben energía de impacto, entre otras.
El plástico, un material amigable con el medioambiente
Aunque en los últimos tiempos no están muy bien vistos, lo cierto es que los materiales plásticos requieren un menor consumo de energía para su producción. Además, al ser más livianos, permiten ahorro de combustible durante su transporte y posteriormente una reducción en el peso de la basura. Finalmente, una vez transformados en residuos, los plásticos pueden ser valorizables a través del reciclado o mediante la incineración con recuperación energética y es que cabe destacar que, aunque nosotros demos por finalizado el uso de un elemento de plástico, la realidad es que, si nos concienciamos de ello, este se puede reciclar y convertirse en poco tiempo en otro producto nuevo que se útil para otra persona o empresa.