En los momentos en los que nos encontramos, uno de los negocios consideramos como esenciales por buena parte de nuestra población es el de las farmacias. Durante la pandemia que estamos pasando y sufriendo, especialmente en sus inicios, las farmacias fueron prácticamente como ese barco de rescate que acude a por quienes se encuentran en una isla desierta en medio de la nada. Y es que se trata de lugares que valen su peso en oro en lo que a garantizar la salud de la gente se refiere. No es para menos, desde luego.
Dirigir una farmacia es todo un reto. Primero porque, como cualquier otro negocio, tiene que estar sujeto a criterios de rentabilidad. Pero, a diferencia de otros modelos de negocio, también implica una responsabilidad con la sociedad. Una responsabilidad que es tremenda porque, en buena medida, la salud de la gente depende de entidades como de las que venimos hablando. Y, si añadimos todo lo que conlleva dirigir una farmacia en mitad de la peor pandemia de los últimos 100 años, está claro que la responsabilidad y la necesidad de hacer bien las cosas se multiplica por bastante.
En El Economista se publicó cuál era el volumen de facturación media de una farmacia en el interior de nuestras fronteras. Esa cifra era de 912.000 euros, algo que pone de manifiesto la importancia que tienen estos negocios y la confianza que la gente deposita en ellos. Está claro que una farmacia es una gran ayuda para persona o familia y que su expansión por todos los lugares de nuestra geografía es lo que, poco a poco, ha ido garantizando el bienestar de la población española en general. Y es que, hasta hace no demasiado, tener una farmacia cerca de casa no era fácil.
Por su parte, el portal web de Vozpópuli se hacía la pregunta de si era rentable montar un negocio de este tipo en nuestro país. La rentabilidad de este negocio gira en torno a un 30 y 33%, aunque es verdad que existen bastantes variaciones en función de la ubicación en la que se encuentra la farmacia. Y es que otra de las cosas que caracterizan a este negocio es que hay una gran competitividad: hay más de 22.000 establecimientos de este tipo en España y es obvio que, para encontrar un nicho en el mercado, hay que saber trabajar bien.
Uno de los negocios que tiene mayor importancia en los momentos en los que nos encontramos es el que engloba al conjunto de farmacias que pueblan nuestra geografía. En un momento como el actual, está claro que sus servicios son básicos a la hora de garantizar la salud de la gente, pero eso no ha sido óbice para que este modelo de negocio siga siendo de los más competitivos de la economía española. Los profesionales de la Farmacia San Félix, 75, de la ciudad de Castellón, así nos lo han asegurado.
Con la salud no jugamos
Esta es una premisa básica para cualquier tipo de familia y persona. En lo que respecta a la salud, cualquier juego es considerado como un auténtico peligro. Y es que no es para menos. La confianza que nos otorguen los profesionales de este campo, en cualquiera de sus facetas, es algo básico para nosotros y para el sustento, por su parte, del negocio que tratan de sacar adelante. Sin esa confianza, está claro que hubiese sido imposible para las farmacias haber obtenido los ingresos que les permiten perpetuar su actividad con el paso de las semanas y los meses.
Es evidente que la consigna para todas las farmacias es tener bien claro que con la salud de la gente no se puede ni jugar ni escatimar. Se trataría del peor error que un negocio de este estilo podría cometer. Precisamente por ese motivo hablábamos más arriba de la responsabilidad que tienen todas las personas que trabajan para ellas y más todavía en un periodo histórico como en el que nos encontramos, en el que la salud ha pasado a ser un valor central y que se ha visto tan sumamente amenazado a causa de una pandemia mundial que nadie se esperaba.
Estamos seguros de que las farmacias van a seguir demostrando el mismo grado de responsabilidad que han venido mostrando en los últimos meses. La sociedad las necesita más que nunca y, desde luego, constituyen una importante ayuda a la hora de mantener alejado al coronavirus y los demás tipos de enfermedades. Ni que decir tiene que es clave que esto siga así. Hay mucha gente trabajando muy duro para que así sea y las farmacias tienen a un personal que ha demostrado compromiso desde el primer día del Estado de Alarma.