Los responsables de los principales hoteles de España tienen claro cuál es el mercado con más posibilidad de crecimiento, y no es precisamente el de las nuevas generaciones o el de la tercera edad. Además de los turistas ligados al ocio y con un perfil cultural alto, apuestan por atraer a clientes que aterrizan en la ciudad por motivos de negocios, que al final es donde está el dinero.
Los hoteleros consideran que son estos visitantes los que pueden contribuir a evitar la estacionalización así como a aumentar la pernoctación media en la ciudad. Una decisión muy lógica y que viendo los datos, es raro que no se haya pensando antes. El sector del turismo de negocios implica una importante medida del dinamismo y grado de apertura internacional de la economía de un país, representado por las principales magnitudes del turismo emisor (viajes de negocios internacionales de los ciudadanos de un país, participación en congresos, etc.), así como del grado de atractivo para los empresarios y profesionales internacionales (turismo receptor).
Barcelona y Madrid, que se sitúan en 2017 en el top 5 de ciudades con más congresos internacionales a nivel mundial (Barcelona, en quinta posición con 182 congresos; y Madrid, en tercera con 200). Entre ambas representan el 66 % de los congresos internacionales de España. En ese sentido, es especialmente relevante la evolución de Madrid 2008-2014, periodo durante el cual ha pasado de no figurar entre las 20 ciudades con más congresos internacionales a situarse en tercera posición. Barcelona, por el contrario, siempre se ha mantenido entre las cinco primeras, situándose en segunda posición durante el periodo 2009- 2012 de manera sostenida.
Además, se trata de un colectivo con alto poder adquisitivo por lo que su captación resulta aún más interesante. El reto está, según los empresarios, en su capacidad para ofrecer un trato personalizado que sea capaz de satisfacer las necesidades de cada uno de los clientes. Estas son algunas de las conclusiones del Gran Debate Hotelero que tuvo lugar en Bilbao hace unos días en el que se debatió sobre las nuevas tipologías de turistas.
Se trata de un perfil de visitante que tras viajar por negocios, a menudo vuelve con su familia. Y no solo eso. Según las tendencias internacionales, cada vez más turistas de negocios incorporan actividades de ocio a sus visitas e incluso optan por alargar su estancia. Hay que atraer clientes con capacidad de gasto, pero también con voluntad de gasto, ya que hay muchas ciudades que viven del turismo y son pobres.
Las redes sociales
Las redes sociales están siendo capaces de generar nuevos modelos de negocio y de transformar industrias como el turismo. Las nuevas generaciones son los clientes del mañana, pero ya representan un nicho de negocio importantísimo, especialmente en destinos urbanos. De hecho, cada vez hay más estudios que demuestran que los jóvenes utilizan los viajes y deciden a qué hotel ir basándose en las posibilidades de compartir experiencias atractivas en redes sociales.
El nuevo turismo
Los nuevos turistas de la generación millennial quieren sentirse partícipes de la vida del hotel y la ciudad, transmitir que están en el centro de donde ocurren las cosas para poder compartirlo, incluso aunque esa interacción no sea real. Por eso, muchos hoteles muestran ya, y hacia eso vamos, espacios comunes que integran lobby, recepción y bar para que el huésped sienta mucha actividad y movimiento a su alrededor y quiera trasladarlo en sus redes sociales. Algo así ocurre cuando estás en el Hotel Merce, todo un hotel de lujo donde serás incapaz de no mostrar fotos en tus redes sociales.
Como ves, en un contexto de competición internacional, el posicionamiento de los países y, muy especialmente, ciudades, entorno a una diferenciación sectorial que despierte el interés de profesionales globales, así como el desarrollo de una política de atracción del turismo que atraiga y facilite la recepción de turistas, es elemento clave en la diversificación de la economía, el incremento de consumo y, a medio-largo plazo, para la atracción de talento global.
¿Te parece bien que se apueste por este tipo de clientes? ¿Eres partidario de otro tipo como el de extranjeros o nuevas generaciones?