Pasan los años, pasan las décadas y hay negocios que se mantienen fuertes, o incluso mejor. Si hay algo que tenemos claro en esta vida es que vamos a envejecer y morir. De ahí que tanto residencias de ancianos como funerarias sean un gran negocio de oro. Hoy nos vamos a centrar en las primeras. Solo hay que comprobar los datos para ver que la esperanza de vida en España aumenta cada vez más.
Por eso, vamos a analizar cómo montar una residencia de ancianos es un negocio de oro. Ahora bien, la localización será un factor muy importante a la hora de captar clientes. Por lo tanto, la residencia no debería estar muy alejada de los núcleos urbanos, para facilitar la accesibilidad de los clientes y sus familiares. Y sobre todo, hay que buscar zonas donde haya población envejecida.
En España hay una gran cantidad de residencias, y seguro que la tuya compite con algunas cercanas. Para destacar sobre ellas y captar el máximo de clientes es necesario diferenciarse. ¿Cómo puedes hacerlo? Pues en muchas cosas, en el precio, en las actividades que ofrezcas, en los profesionales que contrates, etc. Tan solo tienes que usar la imaginación y comenzarás a atraer a los clientes.
Un ejemplo de éxito
Un claro ejemplo de residencia que ha sabido triunfar es la de San Vital. Su marca de calidad es que los residentes están atendido las 24 horas del día por un equipo humano muy cualificado, del que reciben toda la atención, cariño y respeto que merece. Esta totalmente adaptada para atender personas válidas y dependientes, esta residencia de ancianos en Madrid tiene capacidad para 90 personas y se estructura en tres unidades de convivencia independientes para atender a los residentes de manera individualizada.
Por ejemplo se ofrecen diferentes niveles de asistencia personalizada en función de las necesidades de atención y los perfiles de los usuarios para facilitar un conjunto de acciones coordinadas que mantengan la calidad de vida, buscando mejoras y cambios positivos en la situación de los residentes.
En esta residencia se puede elegir entre habitaciones dobles, individuales o suites con terraza, todas ellas dotadas de baño geriátrico completo, camas electrónicas de cuatro planos, lencería de algodón, teléfono y teleasistencia. Cuentan con cocina propia para ofrecer la mejor calidad. Se elaboran dietas y menús personalizados. También cuentan con servicio de organización de eventos, comidas familiares y cumpleaños. El centro está permanentemente atendido con nuestras recepcionistas y personal nocturno de seguridad que velarán por su seguridad y que todo en el complejo funcione correctamente. Como puedes comprobar, es cuestión de hacerse un hueco y tener imaginación.
Muchas personas tendrán reparos a la hora de ingresar a sus familiares en una residencia. Para acabar con sus miedos y convencerles de que esta es la mejor opción es necesario inspirar confianza y empatía a tus clientes potenciales. Y ellos lo hacen.
Está claro que lo mejor es mostrar una actitud cercana y amable, demostrando que el cliente va a disfrutar del mejor trato y haciéndole decantarse por nuestros servicios frente a la competencia. Por estas razones, apostar por una residencia de ancianos es una oferta segura, y más viendo que la oferta pública es cada vez menor, ahora bien, esto no es la panacea, como has visto, hay que currárselo y saber encontrar ese nicho de mercado.