Las luces no están ahí solo para que el coche parezca más moderno o para encenderlas cuando cae la noche, son mucho más importantes de lo que parece.
De hecho, pueden marcar la diferencia entre un viaje seguro y un buen susto.
No es solo ver, es que te vean
Mucha gente piensa que las luces del coche solo sirven para ver mejor cuando hay poca luz, pero no es así. También sirven para que otros conductores, ciclistas o peatones te vean. En pleno día, si está lloviendo fuerte o hay niebla, las luces hacen que tu coche no desaparezca del mapa. Si no se te ve, eres un peligro. Así de claro.
Por eso, no se trata solo de encenderlas por la noche. Hay muchas situaciones durante el día en las que deberías tenerlas puestas. Y más de una vez se ve a coches por la autovía con lluvia o niebla sin ninguna luz encendida. Es como ir con los ojos cerrados.
Tipos de luces que tiene un coche (y para qué sirven)
Cada coche puede tener luces distintas, pero hay algunas que son básicas y obligatorias:
- Luces de posición: Son esas luces suaves que se ven cuando el coche está parado o al anochecer. Sirven para que otros vean que el coche está ahí, aunque no alumbren mucho. Hay que tenerlas encendidas si estás parado en un sitio con poca luz. También se encienden automáticamente al poner las cortas o las largas.
- Luces de cruce (o cortas): Son las que se usan cuando se conduce de noche o en túneles. No molestan a los demás conductores porque están orientadas hacia abajo. En ciudad y carretera, son las más comunes. Obligatorias si hay poca visibilidad, y no hace falta que sea de noche: también en días nublados o con lluvia fuerte.
- Luces de carretera (o largas): Estas sí que alumbran. Se usan cuando conduces por una carretera sin iluminación y no hay nadie delante a quien puedas deslumbrar. Si ves que viene un coche de frente o te acercas a otro por detrás, hay que apagarlas rápido para no molestar.
- Luz antiniebla delantera: No todos los coches la tienen. Es una luz baja y ancha que sirve para ver mejor con niebla, lluvia intensa o polvo. No debe usarse si no hay condiciones de baja visibilidad porque puede molestar.
- Luz antiniebla trasera: Esta sí es obligatoria. Es una luz roja muy potente que ayuda a que te vean desde lejos cuando hay niebla muy espesa o lluvia muy fuerte. Pero hay que tener cuidado con ella, porque deslumbra. Solo debe usarse cuando de verdad no se ve nada detrás.
- Intermitentes: Básicos para avisar si vas a girar, adelantar o cambiar de carril. También para poner las luces de emergencia si tienes que parar por algo raro. Usarlos es de lo más fácil, pero hay quien todavía no lo hace. Mal.
- Luz de freno: Cada vez que pisas el freno, se enciende una luz roja más intensa en la parte de atrás. Así los que vienen detrás saben que estás frenando. Si no funcionan, te arriesgas a un golpe por detrás y a una buena multa.
- Luz de marcha atrás: Blanca y solo se enciende cuando metes la marcha atrás. Sirve para que los demás sepan que estás retrocediendo.
- Luz de matrícula: Sí, también hay que tener esa pequeña luz que alumbra la matrícula trasera. Es obligatoria por la noche para que se lea bien.
¿Qué luces son obligatorias?
Todas las mencionadas arriba son obligatorias si tu coche viene con ellas de fábrica.
En general, todos los coches deben llevar, como mínimo:
- Luces de posición delanteras y traseras.
- Luces de cruce.
- Luces de carretera.
- Intermitentes.
- Luz de freno.
- Luz de marcha atrás.
- Luz de matrícula.
- Luz antiniebla trasera.
Si alguna no funciona y te para la Guardia Civil, es multa segura. Da igual si dices que se fundió hace poco.
¿Qué bombillas son legales y cuáles no?
No todo lo que se vende por internet se puede poner en un coche. A veces, alguien compra bombillas LED súper potentes para las luces largas y luego se encuentra con que no pasan la ITV o le multan.
- E. Motor, empresa de cristalería del automóvil, taller Mecánico y compra-venta de vehículos, nos explican que, en España, las bombillas deben estar homologadas, y que tienen que cumplir unas normas para no deslumbrar y para encajar bien en el faro.
Bombillas permitidas:
- Halógenas (las más comunes).
- Xenón (más potentes, pero necesitan un sistema especial).
- LED (solo si vienen de serie o el coche está preparado para ellas).
- Láser (en coches muy modernos, ya integradas de fábrica).
Bombillas prohibidas:
- Bombillas LED o Xenón no homologadas compradas aparte.
- Bombillas de colores (azules, verdes, moradas…).
- Cualquier bombilla que no cumpla la normativa europea (marcadas con “E” dentro de un círculo y un número).
Si se cambia el tipo de bombilla (por ejemplo, pasar de halógena a LED), puede ser necesario hacer una reforma y homologarla, y eso implica pasar por un taller, conseguir un certificado y actualizar la ficha técnica.
¿Cuándo hay que revisar las luces?
Aunque parezca una tontería, las luces se estropean más a menudo de lo que uno cree. Algunas se funden y ni te enteras. Otras se van poniendo más débiles y alumbran menos. Y no solo es peligroso: también da lugar a multas.
- Si notas que ves menos por la noche: no es que tus ojos estén peor, a veces son las bombillas que han perdido fuerza.
- Si alguien te avisa que no se ve una luz: hazle caso y compruébalo al momento.
- Si una luz parpadea: puede que esté a punto de fundirse o que haya un fallo en el sistema.
- Si notas condensación dentro del faro: puede entrar agua y dañar la bombilla.
- Cada año: aunque todo parezca ir bien, conviene revisar las luces una vez al año, sobre todo antes del invierno.
¿Se puede cambiar una bombilla en casa?
En algunos modelos, cambiar una bombilla es fácil y se puede hacer en diez minutos. Pero en otros, hay que desmontar medio coche para llegar al faro. Si no lo ves claro, mejor ir a un taller.
Eso sí: si decides hacerlo tú mismo, apaga siempre el motor y desconecta la batería. Y asegúrate de no tocar el cristal de la bombilla con los dedos, porque se puede estropear por el calor.
¿Cada cuánto hay que cambiar las bombillas?
Aunque no estén fundidas, las bombillas se van gastando con el uso. Van perdiendo intensidad y eso hace que alumbren menos. No es obligatorio cambiarlas si aún funcionan, pero sí recomendable cada cierto tiempo:
- Halógenas: cada 2 años o 40.000 km.
- Xenón: cada 5 años o 100.000 km.
- LED: duran muchísimo más, a veces toda la vida útil del coche, pero también pueden fallar.
Un truco útil es cambiar las bombillas por pares. Si se funde una, la otra suele estar cerca de fundirse también.
¿Cómo saber si deslumbras?
A veces, sin querer, se lleva una luz mal ajustada y se va deslumbrando a todo el que viene de frente, y eso es peligrosísimo. Se puede ajustar el ángulo de los faros, y es algo que revisan en la ITV.
Si notas que los coches te hacen ráfagas cuando llevas las luces cortas puestas, puede que vayas deslumbrando sin darte cuenta. O llevas mal reguladas las luces, o llevas las largas encendidas sin querer.
En el taller pueden revisar el alineado de los faros con un aparato especial. No cuesta mucho y mejora mucho la visibilidad sin molestar a nadie.
¿Te pueden multar por llevar mal las luces?
Sí. Y mucho.
- Circular con una luz fundida: multa de hasta 200€.
- Deslumbrar a otros conductores: también hasta 200€.
- Llevar luces antiniebla cuando no toca: lo mismo.
- No llevar las luces encendidas cuando son obligatorias: 200€ y, en algunos casos, retirada de puntos.
Además, si llevas bombillas no homologadas o luces ilegales, no pasas la ITV. Y si tienes un accidente y tu coche llevaba luces no reglamentarias, puede que el seguro no se haga cargo.
Mucha gente cree que revisar las luces es algo de coches antiguos
No es así. Incluso los coches nuevos pueden tener luces mal ajustadas, fundidas o defectuosas. A veces los sensores fallan, o simplemente no avisan.
También hay coches con luces automáticas que no siempre funcionan bien. Por ejemplo, entras en un túnel y no se encienden solas. O sales de él y se quedan encendidas demasiado tiempo.
No hay que fiarse del todo. Es mejor estar pendiente.
Las luces del coche no solo sirven para ver
También sirven para comunicarse con los demás. Si se usan bien, ayudan a evitar accidentes:
- Ráfagas con las largas: pueden servir para avisar de un peligro o para dar paso.
- Luces de emergencia: se deben usar solo si hay un problema o para avisar de una retención.
- Antiniebla trasera: solo con niebla muy densa, no para hacerse notar.
Saber usarlas con cabeza es parte de conducir bien. Y es algo que todos deberían aprender desde el principio.
Cuidarlas no cuesta nada (y puede evitar muchos problemas)
Con revisar las bombillas de vez en cuando, ajustar bien los faros y usar las luces cuando corresponde, ya se gana muchísimo. Y si no se sabe cómo hacerlo, cualquier taller de confianza puede echar una mano en pocos minutos.