España siempre se ha caracterizado por ser un país que se lleva muy bien con todo lo que está relacionado con la producción de alimentos de calidad. Es algo con lo que todos y todas hemos crecido. De hecho, cuando vamos a comprar algo de comida al supermercado, siempre valoramos que los productos sean de aquí porque sabemos que esa es una de las cosas que garantizan que sean de calidad. Lo tenemos muy claro y la verdad es que no es para menos. Estamos ubicados en una zona muy importante del mundo, en la que la tierra es fértil y en la que el clima es muy bueno, y eso se nota mucho a la hora de producir alimentos que van a ser codiciados por todo el mundo.
Hay muchos tipos de productos que son de primera calidad en el interior de nuestras fronteras. Podríamos hablar del jamón o el queso, pero también podríamos hacerlo del vino, que es una de nuestras señas de identidad más claras. La paella, el pulpo gallego, las migas manchegas o el cocido madrileño componen varias de las recetas que siempre se encuentran en el imaginario colectivo cuando hablamos de gastronomía en España. Como veis, tenemos muchas cosas de las que presumir en este campo. Yo hoy voy a hacerlo de otro tipo de productos: las frutas. Y es que, sin duda, también tenemos mucho que destacar en este sentido en el interior de nuestras fronteras.
La calidad la asegura la fertilidad de la tierra, tal y como he comentado en los párrafos anteriores. Pero eso por sí mismo no va a hacer que el producto llegue en las mejores condiciones hasta el final de la cadena, hasta la vivienda del consumidor final. Para conseguir que eso sea posible, hay que garantizar que el producto, una vez que ha salido del campo o del árbol, se conserve en las mejores condiciones. Y para eso hay que tener unas instalaciones que realmente reúnan las condiciones para que se pueda realizar este asunto. En este tipo de casos, un elemento como el frío industrial va a jugar un papel muy importante y sin el cual no se va a entender la calidad y la frescura de este tipo de productos.
Conozco de primera mano este sector porque, durante muchos años, he sido un distribuidor de fruta al por mayor. Desde pequeño me empezó a interesar este tema y la verdad es que siempre me he sentido atraído por la fruta por el hecho de que la he considerado como el alimento más sano de todos cuantos existen. Y sabía que mucha gente también pensaba lo mismo y procura comerla todos los días para mantener su línea. Es un producto que tiene, además, mucho color y que creo que es fácilmente vendible. Y, por si fuera poco y como decía antes, estamos en un país perfecto para vivir de esto. Por este tipo de cosas decidí emprender en este proyecto.
En un estudio publicado por Statista, se destacó que el plátano fue la fruta más consumida por los españoles a lo largo del año 2023 con unos 13 kilos por persona, lo que implica un 16% del total de fruta fresca que se consume por parte de las personas de nuestro país en un año. Eso quiere decir que el consumo anual per cápita se sitúa en los 100 kilos, lo que convierte a este sector en una pieza indispensable en lo que respecta a la alimentación general de la población. Y claro, estar inmerso en ese sector y tener unos procesos que aseguren la calidad del producto aseguran también la rentabilidad. Así lo pensé en un principio y así lo mantengo después de haberme dedicado durante décadas a esta actividad.
Una parte importante en el correcto cuidado de un producto como la fruta tiene que ver con el frío industrial al que debe someterse cuando se ha recogido del campo o del árbol. Esto es vital para que se mantenga en perfecto estado durante el mayor tiempo posible. La fruta no es un alimento que suela permanecer demasiado tiempo en un almacén, pero es fundamental que ese corto periodo esté sometida a un frío que la mantenga. Siempre me preocupé de que este sistema se garantizara con las frutas que comercializaba y este fue el secreto de mi éxito como emprendedor. En mi caso, opté por depositar en Frimavi la responsabilidad en lo que al diseño y ejecución de las instalaciones se refería. Me tranquilizaba saber que contaban con personal frigorista cualificado para llevar a cabo este proyecto.
Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un tipo de producto que es muy sensible y que tiene un recorrido, exactamente como puede ocurrir en el caso del pescado o la carne. Por tanto, todo lo que ayude a proporcionar una conservación de calidad va a ayudar a que se encuentre en el momento óptimo de azúcar y de sabor en el momento del consumo, que es a fin de cuentas lo que va a hacer que el cliente se fidelice y quiera seguir comprándolo. Mis clientes, que han sido fruterías de barrio en la mayoría de los casos, siempre han destacado que la fruta les ha llegado tan en buenas condiciones que su clientela ha preferido confiar en ellos que hacerlo en un supermercado, por ejemplo.
Además, tengamos en cuenta también que no hay imagen que sea peor que la de una fruta que se encuentra en un avanzado estado de descomposición. Basta que un cliente vea una fruta en este estado para que no quiera regresar a la tienda en la que la ha adquirido nunca más. Hay que ser muy cuidadoso con este tipo de cosas porque hay muchísima competencia en el mercado a día de hoy y cualquier argumento puede tirar por tierra el trabajo que hayamos desempeñado hasta el momento. Ni que decir tiene que, con el colorido que plantea siempre la fruta en los muebles sobre los que se sitúan en la tienda, sería una pena que al final una tienda fuera conocida por no ofrecer la calidad que se le presupone.
España es un referente mundial en la producción de fruta
Tenemos que sentirnos bien orgullosos en nuestro país de la enorme cantidad de fruta que se produce aquí a lo largo del año. Este es uno de los campos que más me convencieron en su día para entrar en este sector y la verdad es que ha sido elemental para obtener el beneficio que esperaba conseguir con mi trabajo. En el párrafo siguiente veremos los datos, pero en realidad podemos ser conscientes de esto simplemente con el volumen de actividades que hay al respecto de este tema en todo momento. Es un negocio con mucha vida en España y en el que también hay bastante competencia.
En lo que tiene que ver con este asunto, quiero hablar de un artículo publicado en la web de Cronista en el que se destaca que España es uno de los 10 países del mundo en los que más fruta se produce. El principal productor es, con diferencia, China, con 256 millones de toneladas. India tiene 107 millones de toneladas. Brasil, con cerca de 40 millones de toneladas, se encuentra en la tercera posición. Como podéis ver, estamos hablando de países que cuentan con una extensión tremenda y que son mucho más grandes que el nuestro. España dispone de 19 millones de toneladas y ocupa la octava posición en ese ranking, cerca de los registros de Estados Unidos, un país más extenso que el nuestro por bastante distancia.
Lo mejor de todo es que nuestro país tiene todas las herramientas para continuar entre ese selecto grupo de países que se encuentran liderando el mercado de la fruta en todo el mundo. Por tanto, puedo decir que va a seguir siendo rentable un sector como este de aquí en adelante. Tenemos, además, productos que se cuidan cada vez más, que cuentan con la denominación de indicación geográfica protegida y que, por si fuera poco, se están liberando de elementos como los pesticidas, que afectan de manera directa a su calidad. Porque, eso sí: España tiene una calidad que está muy por encima que la de los países que están por encima en lo que a producción se refiere.
Hay argumentos más que de sobra para confiar en que la calidad de la fruta seguirá siendo top en un país como este. El sector alimentario en general funciona de perlas en España, pero es que la fruta ha sido siempre y seguirá siendo uno de sus máximos exponentes. Eso sí: el secreto, recordad, no acaba en la tierra o en el árbol en el que se genera la fruta, sino que hay que proveerle de las mejores tecnologías para que todas esas piezas y alimentos puedan llegar en las condiciones más óptimas a los hogares de los consumidores finales. Eso es lo que va a hacer posible que este mercado siga destacando por ser tan competitivo a nivel nacional e internacional.