Últimamente parece que el sector de los materiales de construcción españoles están dando mucho que hablar. Por lo visto nuestra tierra, demasiado seca y árida de un tiempo a esta parte, está convirtiéndose en el escenario perfecto para aquellas empresas cuya actividad profesional se mueve alrededor de los materiales naturales de construcción: arcilla, granito, mármol, yeso, adoquín, pizarra, hormigón… y muchos más. Esto ha provocado que todo material “made in Spain” se vea con buenos ojos en el extranjero y, por ende, que las empresas productoras estén en auge.
Eiros es probablemente la empresa española del sector del hormigón que más haya crecido en los últimos años, no tanto por el nivel de exportación que tiene, que también, sino porque han sabido aunar la idea de la ligereza, la practicidad y la calidad en prefabricados de hormigón con diseños realmente interesantes. Pero el hormigón es un material que se fabrica prácticamente en todos los países, mientras que parece ser que la pizarra y la arcilla son dos materiales que, cuando proceden de España, ese cotizan casi como el oro.
Pizarra y Arcilla, dos materiales muy demandados
Pizarras y Derivados, una empresa muy conocida por su “ardoises naturelles” en Francia, o lo que es lo mismo, por la pizarra natural española que vende en Francia, lleva años extrayendo bloques de pizarra de canteras españolas. Según la propia empresa, su fama es bien merecida pues ponen el mismo empeño tanto en la extracción del material con ayuda de hilo diamantado como en su posterior tratamiento: exfoliación primaria, serrado, cortes de guillotina y una selección que divide las pizarras en óptima, superior y naturelle.
Pizarras y Derivados exporta actualmente a más de 20 países y reconocen que sin la “marca España” tal vez no habrían llegado hasta donde lo han hecho.
Ahora bien, la pizarra, a pesar de ser muy utilizada para tejados y suelos exteriores, no supone la misma comercialización que sí lo puede suponer la arcilla, un material mucho más económico que se vende por millones al año.
Tal vez la fama que tenemos en este país fabricando ladrillos de arcilla proviene de tiempos romanos, aunque las hiladas de ladrillo más antiguas que se conocen son anteriores a 7500 a.C. y se descubrieron en Mesopotamia. Es posible que en ese tiempo la arcilla no fuera el único material usado para su fabricación, aunque sí su material básico.
La arcilla española es muy conocida a nivel mundial, tal vez una de las mejores tanto en calidad como en resistencia. Su principal característica es el modelado ya que, tras un pequeño proceso de humidificación se consigue una consistencia de humedad ideal para poder darle la forma que sea necesaria. De ahí que actualmente podamos encontrar ladrillos, así como otras piezas artesanales, fabricados con este material casi de cualquier tamaño.
Tras su modelado es necesario un secado que se realiza a 130 grados, un proceso que podemos observar gracias a cámaras termográficas como las de Ibertronix, empresa también española que provee de este tipo de sistemas para hornos industriales.
Y es que, teniendo todo esto en España, no sé por qué nos empeñamos en comprar materiales de importación al extranjero, es ridículo… Ellos nos compran a nosotros buscando calidad y nosotros les compramos a ellos buscando otro tipo de calidad, aplicación o abaratamiento. Es la pescadilla que se muerde la cola. Y con esto no estoy diciendo que no debamos comprar y vender lo que nos dé la gana, cualquier país con ciudadanos inteligentes (es decir, todos) puede crear, inventar y proveer, sólo digo que a veces nos empeñamos en “hacer el tonto” hasta tal punto que ni yo misma nos entiendo, ni como empresaria, ni como periodista, ni como española. Eso sí, llegados a este punto creo que podemos asegurar que la marca España en el sector de la construcción está de moda, y más nos vale aprovecharlo antes de que sea demasiado tarde.