Cada situación es diferente y por ello cada tipo de defensa requiere de un abogado diferente el cual se haya especializado en esa materia y es que no es lo mismo un abogado laboralista que uno que se dedica a temas penales, por lo que muchas veces nos surge a los ciudadanos la duda de que tipo de abogado debemos de contratar. Si bien es cierto que muchos bufetes de abogados ya están compuestos por diferentes licenciados que están enfocados cada uno a una rama de la abogacía, lo cierto es que nosotros como clientes siempre debemos de poner la lupa para saber si nuestra elección está siendo la correcta o no. Esta es una decisión que no siempre tenemos todos en cuenta y que, a la larga se puede traducir en que nuestro caso acabe mejor o peor de lo que esperábamos. Es por ello por lo que a lo largo de las siguientes líneas os queremos arrojar un poco de luz para acercaros algo más a las funciones que lleva a cabo cada uno de los tipos de abogados más habituales que ejercen en nuestro país.
España cuenta con algunos de los mejores abogados del mundo y, en concreto, dieciséis abogados de Zaragoza se sitúan entre los ‘best lawyers’ de España, donde, además, de los once letrados aragoneses que se suman a este listado, por primera vez aparecen tres mujeres, lo que supone un nuevo paso hacia adelante en materia de igualdad. Pero no solo Aragón presume de abogados, puesto que si vosotros vivís en Tenerife también estáis de suerte, dado que allí está Sotomonte Legal, un bufete que nosotros os recomendamos y que reúne a los mejores abogados de las islas afortunadas, por lo que contratando sus servicios tendréis la garantía de contar siempre con las mejores defensas en cualquier materia que os surja. En este aspecto, entre las ramas de la abogacía más habituales se encuentran:
- Abogados mercantilistas. Son aquellos que se dedican a la Derecho Mercantil, es decir, el que tiene que ver con el mundo empresarial. En los últimos años, han estado mucho en boga debido al gran aumento de concursos de acreedores. Sin embargo, su cometido no se limita a al ámbito judicial, sino que también se ocupan de procesos de fusión entre sociedades, redacción de contratos mercantiles, negociación de acuerdos, intervención en juntas de accionistas, etc. En cuanto a la jurisdicción, son competentes los Juzgados de lo Mercantil y, según los caos, también los Juzgados de Primera Instancia.
- Abogados administrativistas. Su ámbito de actuación es aquel en el que interviene, al menos, una administración pública. Pueden ser conflictos entre distintas administraciones o bien entre ésta y un particular. Interviene en la vía administrativa realizando escritos de alegaciones, recursos de alzada o de reposición y, llegado el caso, recursos ante la jurisdicción contencioso-administrativa. Intervienen en casos tales como recurrir sanciones administrativas, expedientes de urbanismo o reclamaciones de daños y perjuicios debido a una mala actuación de un servicio público.
- Abogados fiscalistas. Están especializados en el derecho financiero y tributario, es decir, todo aquello que tiene que ver con tributos, impuestos, tasas, etc. Su intervención va desde el asesoramiento hasta la realización de gestiones con la Agencia tributaria y, llegado el caso, en procedimientos judiciales en la jurisdicción contencioso-administrativa.
- Abogados penalistas. Como su propio nombre indica, se dedican al Derecho Penal, es decir, a asuntos en los que ha habido algún tipo de actuación delictiva. Su función es asistir y defender los intereses de sus clientes en declaraciones, durante la instrucción, y en la fase de juicio oral. En caso de tener como cliente a la parte perjudicada, su función será la de presentar la denuncia o querella y, en su caso, comparecer como acusación. Y, en caso de llevar a la persona presuntamente infractora, su cometido es defender a su cliente de los hechos que de los que se le acusa a fin de que se absuelto o bien, según los casos, alcanzar algún acuerdo con el fiscal para limitar la posible condena. En caso de procedimiento judicial, principalmente, intervienen en los Juzgado de Instrucción, en los Juzgados de lo Penal y en la Audiencia Provincial. Y, en determinados casos, pueden intervenir en la Audiencia Nacional.
Los trabajos también generan conflictos
Los contratos de trabajo también son una fuente habitual de conflictos, por lo que para solventarlos están los abogados laboralistas. Ellos están especializados en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Intervienen en conflictos entre trabajadores y empresas y administraciones públicas como el INSS, la TGSS o el SEPE. Los asuntos más comunes en los que intervienen son despidos, reclamaciones de salarios, reclamaciones por mobbing, incapacidades, accidentes de trabajo, conflictos por vacaciones, modificación sustancial de las condiciones de trabajo, etc. Podemos encontrar abogados laboralistas que sus clientes son sólo trabajadores, otros que sólo llevan empresas y también los hay que llevan tanto trabajadores como empresas. En caso de intervenir en procedimientos judiciales, éstos se tramitan principalmente en los Juzgados de lo Social, y en segunda instancia en los Tribunales Superiores de Justicia.