El arte de las copas de vino empieza a formar parte de las conversaciones y no solo para los entendidos en vino que acuden a catas.
Si bien, es cierto que suele tratarse de negocios o empresas que se dedican al vino o empresas de hostelería que adquieren productos más específicos en portales especializados como Exportcave que ofrece una gran variedad de productos para cubrir todo tipo de necesidades tanto de profesionales como de aficionados.
Precisamente, en esta empresa también personalizan sus productos con diferentes técnicas como son la serigrafía o el chorro de arena, entre otras.
Las empresas que se dedican al mundo del vino siempre están en continua formación y renovación para ofrecer el mejor servicio posible.
Son muchos los productos derivados del interés por el mundo del vino, desde los dispensadores de vino a cubiteras de hielo, vasos, copas de vino, sacacorchos de pared, tapones para el vino así como una gran variedad de accesorios para que la degustación del vino resulte inmejorable.
Entender de Copas entender de Vinos
El recipiente sí influye en el contenido, y en el caso del vino es toda una realidad, la copa indicada ayuda a potenciar su sabor, y la diferencia es mucho mayor en los tintos que en los blancos.
Para conseguir sacar el máximo partido a una copa a la hora de nuestras catas de vino, lo mejor es que el cristal sea liso y transparente, con el borde fino y ligero, un tallo alto para poder sostenerla y un cuerpo largo con una boca más pequeña para poder apreciar bien los aromas.
Lo mejor es que la copa tenga forma ahuevada, de esta manera se concentran mejor los aromas y se evitan las salpicaduras cuando se hace girar el vino o cuando se inclina para ver el color.
En caso de beber vino blanco lo mejor son las copas más pequeñas que las que se usan para los vinos tintos. Las copas altas y estrechas dan el mejor resultado para saborear vinos espumosos como el champán.
Al hablar de los mejores cristales existen muchas casas diferentes que destacan por tener el mejor cristal centroeuropeo, entre ellas están las Riedel austriacas, las Spiegelau alemanas o las de Bohemia de la República Checa.
Son muchos los países en los que se emplean diferentes copas según el tipo de vino, es algo que se practica tanto en nuestro país como en Italia, Estados Unidos, Japón, Australia o Argentina.
Por otro lado, conociendo los diferentes vinos empezaremos a entender mejor el tipo de copa más adecuada para cada uno. Por un lado, tenemos los tintos como son los de Burdeos o Borgoña que mejor en copas grandes, lo suficiente como para llenar solo la tercera parte que es la cantidad perfecta para apreciar el vino.
En el caso de los vinos blancos, estos tienen el pie más largo para evitar que mientras las sostenemos el vino se caliente con el calor de la mano. Para este vino lo mejor es que las copas sean más pequeñas y estrechas que las de vino tinto y es mejor llenarlas menos de la mitad para mantener el vino frío.
Al beber vinos espumosos lo mejor es que las copas sean altas, de cuerpo largo y aflautado y corta de pie. Por lo general, las copas para este tipo de vino son las más bonitas, con una gran profundidad y poco diámetro hacen que las burbujas duren mucho más tiempo en la copa.
En el caso de los vinos rosados, lo más adecuado son copas bajas, de cuerpo corto y boca abierta. Estas son las copas más adecuadas para este tipo de vino que es de uso más cotidiano y procedente de uvas prensadas a las que se descartan los hollejos en lugar de dejarlos en contacto durante toda la fermentación.
En cualquier caso, es importante recordar la delicadeza de las copas de vino y lo importante que es tener cuidado al limpiarlas. Emplear un jabón suave y enjuagarlas con mucha agua.
También conviene no secar con paño o papel para que no se impregnen de olores y dejar escurrir boca abajo, de esta manera estaremos cuidando de que nuestras copas se mantengan en perfectas condiciones en el tiempo.