Esta es una de esas preguntas del millón. Según a quien preguntes si es mejor opción vivir de alquiler o hipotecarse de por vida, te dará una respuesta u otra. Ambas alternativas son igualmente validas y respetables, en ambos supuestos, puedes encontrar ventajas. Según los expertos en el mercado de la inmobiliaria de Inmodoñana, no existe en la actualidad una clara tendencia en ninguno de los dos sentidos.
Es sabido por todos que, contar con una vivienda en propiedad, sale más barato, la cuota de la hipoteca siempre es inferior a la de un alquiler. En este caso, dejas de pagar esa cuota una vez pagues la hipoteca. La vivienda es tuya y solo tuya (también del banco) y puedes hacer con ella lo que quieras, desde pintarla hasta reformarla a tu gusto. Sin tener que pedir permiso o contar con terceros.
También es sabido por todos que, el alquiler es más accesible e inmediato que la compra. Necesitas menos ahorros para formalizar el contrato de alquiler que para la compra de una vivienda. La libertad de poder cambiar la misma y mudarte, es un plus añadido, si no te gusta la casa o los vecinos, acabas tu contrato de alquiler y hasta luego.
Entre ambos puntos, encontramos ese dicho popular de que alquilar es tirar dinero y comprar, es invertir. La realidad es que, no todo el mundo puede permitirse adquirir una vivienda en propiedad y casarse con el banco. De igual modo que muchos, prefieren alquilar que comprar por su propia filosofía, forma de vida o carácter nómada.
En resumidas cuentas, la decisión de comprar o alquilar, debe tomarse a razón de la situación económica personal de cada uno y las propias necesidades. Hay que dejar claro un punto muy importante, tanto comprar como alquilar, a día de hoy, puede resultar una tarea ardua, tediosa y frustrante. Las dificultades con las que puede encontrarse la persona que anda en esta tesitura, son en ocasiones, inexplicables. Aun así, hay que vivir en algún lugar y por ello, vamos a analizar las opciones para que cada cual, pueda tomar un poco mejor, tan importante decisión.
Aspectos a tener en cuenta para saber que opción es mejor
No existe una edad para encontrarse con este dilema de la compra o el alquiler de una vivienda. Cualquier momento de la vida, es propicio para sentir esa necesidad de cambio, sea por la razón que sea. Para los mas jóvenes, cuando llega el momento de independizarse, es más común que surja esa primera duda inicial: compro o alquilo. En estos casos, los más jóvenes, han de saber que pueden optar a numerosas ayudas de las administraciones públicas que, facilitan ese anhelado y ansiado acceso a la vivienda.
Partiendo de la premisa de que se va a producir un cambio de vivienda, son tres los aspectos básicos y fundamentales que conviene tener en cuenta a la hora de hacer una buena valoración, sobre si es mas acertado comprar un piso o alquilarlo.
La situación económica personal. Este es sin duda, el primero de los factores que hay que tener en mente. Comprar una casa al contado es algo improbable, de ahí que surja la duda existencial. Si fuese factible o posible comprar directamente, no alquilaríamos, compraríamos. Al no tener el dinero suficiente, hay que solicitar una hipoteca al banco.
¿Qué sucede en este punto? Pues que hay que saber y ser consciente de que no todo el mundo tiene acceso a un préstamo hipotecario. De entrada debes contar con ahorros, al menos un treinta por cien del valor de la vivienda. Contar con un trabajo estable y un sueldo que permita el pago de las cuotas de la hipoteca, esta no puede exceder el treinta y cinco por cien de lo que se gana.
Una vivienda en propiedad, no viene con un pan bajo el brazo, tiene una serie de gastos asociados que se comerán parte del dinero: IBI, comunidad, tasas, seguro, etc. Cosas que de estar viviendo en alquiler no tienes que tener en cuenta.
A la hora de alquilar, no se exigen tantos requisitos. Unos ahorros para pagar la fianza, los honorarios de la inmobiliaria en caso de que se encargue de la gestión y un trabajo estable, serán suficientes para poder acceder a una vivienda.
El precio de la vivienda es otro de los factores que hay que tener más que presente. Comprobar la evolución en los precios de las viviendas en las zonas en las que te gustaría vivir. Con independencia de que sea para alquilar o comprar, es fundamental conocer esos precios. No se aconseja comprar si el precio está en máximos históricos, ni es recomendable alquilar si los alquileres están disparados.
En estos momentos, la situación que se vive en el país, no favorece en absoluto, ni la compra, ni el alquiler. Aun así, una investigación y búsqueda exhaustiva pueden ayudar a encontrar una buena opción de compra o alquiler.
Por último, hay que tener en cuenta el propio estilo de vida y necesidad personal. Comprar una casa, implica vivir en un lugar durante un largo periodo de tiempo o toda la vida. Esto es lo ideal para las personas que quieren vivir en un sitio en concreto y valoran la estabilidad. En el caso contrario, si por gusto o por trabajo, andas cambiando de lugar de residencia, la mejor opción es el alquiler. Ideal para personas que rehuyen del compromiso y adoran la libertad, pues comprar es un compromiso que hay que afrontar y del que no se puede salir así como así.
Entonces, ¿cuándo es mejor comprar que alquilar o viceversa?
Sabiendo los factores más preponderantes a la hora de tomar una decisión sobre que es mejor, podemos decir que es más recomendable decantarse por la compra cuando:
- Quieres ser propietario. Si tus objetivos vitales contemplan tener una vivienda en propiedad, no existe duda posible.
- Cuando cumples los requisitos necesarios para conseguir la hipoteca que vas a necesitar para poder hacer la operación.
- Si la vivienda por la te has interesado esta en venta por el precio adecuado sin que medie una burbuja de precios en la zona.
En estos casos, lo ideal es comprar la vivienda, sin duda alguna. En tal caso, el paso siguiente, es empezar a buscar la hipoteca que más se adapte a tus posibilidades.
Cuando el alquiler es la mejor alternativa o tal vez, la única viable, suele ser por las razones siguientes:
- No quieres ser propietario por motivos de ideología. En este caso, prima la coherencia. Tus creencias no necesitan si quiera este análisis.
- En el caso de no poder acceder a una hipoteca por carecer de solvencia o ahorros. Puesto que el alquiler no exige cumplir tantos requisitos como el banco.
- Cuando una persona se muda con frecuencia, las razones pueden ser muchas: familiares, laborales, personales… alquilar proporciona libertad de movimientos.
En cualquiera de estos supuestos, los alquileres son la opción aceptable y recomendable. Aunque cabe señalar que los propietarios que alquilan sus viviendas, se están volviendo cada vez, más exigentes.
Antes de finalizar, no podemos dejar de hablar de una de las opciones que cada vez, se impone más: a caballo entre la compra y el alquiler, los alquileres con opción a compra.
Esta situación puede darse en el caso de que te interese mucho un inmueble pero aun, no puedas hacer frente a la hipoteca. Si el propietario esta interesado, puedes pactar un alquiler con opción a compra mediante la formalización de un contrato. Gracias al mismo, se puede vivir en la vivienda como si de un alquiler se tratara. Pasado un tiempo, estipulado previamente por contrato, puedes proceder a comprar la vivienda aplicando un descuento por las rentas pagadas durante este periodo. En el caso de la operación no se culmine por la razón que sea, las cuotas quedan como si hubieras pagado un alquiler mensual. Nadie pierde en este caso.
No en vano, esta opción esta cada vez más de moda y es más fácil acceder a este tipo de viviendas. En las que no tienes que hacer ningún desembolso inicial sustancioso, pero si descontar lo pagado a la hora de formalizar la compra.
Independientemente de las dudas o posibilidades que uno tenga a la hora de buscar vivienda, lo más importante, es contar con los posibles necesarios. De poco sirve tener claro que quieres comprar si en realidad no puedes hacerlo. El mercado inmobiliario actual, es un tanto exigente. Acceder a una vivienda es más complicado de lo que debería ser, da igual que sea en propiedad o en alquiler.
Lo que más se lleva al final, es compartir. Sea propiedad o no, compartir vivienda y con ello gastos, es una de las prácticas más habituales en los últimos tiempos. La subida de los precios, la inestabilidad laboral y otra serie de factores, invitan a los jóvenes y no tan jóvenes, a seguir viviendo con sus padres o compartir vivienda con otros, sean conocidos o no.
Por lo tanto, si se puede comprar, mejor comprar. Inversión, sí. Porque si compras, siempre puedes alquilar.