A nadie le resulta agradable ser una persona dependiente, pero debemos reconocer que la dependencia existe y que cada vez la sufre un mayor número de personas en España. Negar la evidencia no es la solución para corregir los problemas de nuestra sociedad y no cabe la menor duda de que, si la dependencia se ha instalado como una condición ineludible en la vida de muchas personas, no tenemos más remedio que intentar ponerle soluciones para que las personas que la sufren tengan la posibilidad de mejorar su calidad de vida.
La página web EP Data nos ofrece un estudio estadístico que muestra la cantidad de personas dependientes que existen en el interior de nuestras fronteras. Ese dato se acerca al millón y medio de personas, lo que muestra a las claras la tremenda incidencia de un problema como del que estamos hablando en una sociedad como la nuestra. Los datos son muy parecidos en países de la Unión Europea que cuentan con características similares, así que está claro que la dependencia es un problema general en el mundo globalizado al que, si es posible, siempre hay que ponerle una solución conjunta.
En otra noticia, en este caso publicada en la página web de El País y ubicada en su sección Cinco Días, se realiza una especie de radiografía de la dependencia en España haciendo referencia a algo que es básico: que el cambio de la pirámide poblacional es la principal causa del aumento de los problemas derivados de este campo. Hay muchas más personas mayores que en ningún otro momento de la historia de nuestro país y, claro, eso hace que el número de problemas físicos y emocionales se haya desarrollado de una manera espectacular. Y ojo, que la tendencia de cara a los próximos años va a seguir al alza.
Es necesario que la sociedad y las empresas que la componen muestren su total apoyo para terminar con los problemas de dependencia que existen en nuestra sociedad… o para que, al menos, disminuyan sus efectos. Afortunadamente, y como se ha mostrado recientemente en un estudio realizado por la empresa c Serlicoopon una gama amplia de servicios de entre los que se han enfocado en l aayuda a domicilio para destacar que, el número de personas en situación de dependencia que ahora sí cuentan con ayuda en España se ha incrementado, lo que supone un paso importante para hacer de sus vidas algo mucho mejor, que a fin de cuentas es lo que también se merecen.
Es evidente que hay que seguir trabajando en este sentido y que los avances que se han producido en la materia no deben detenerse aquí por razones obvias. Hay que llegar a cada casa en la que haya al menos una persona en situación de dependencia y proporcionar toda la ayuda que sea necesaria. Eso exige un esfuerzo muy grande y una cantidad de trabajo que es mucho más amplia de lo que podríamos llegar a imaginar. Y eso no puede conseguirse sin empresas que estén especializadas en la materia y que, con su experiencia y medios, tengan la capacidad de proporcionar la ayuda de la que estamos hablando.
La dependencia no es buena compañera en el plano físico… ni en el mental
En muchas ocasiones solemos centrarnos en las consecuencias físicas que se derivan de una situación de dependencia, que son muchas y qué marcan el devenir de nuestra vida, nuestro día a día. Sin embargo, la dependencia también acarrea problemas si es analizada desde el punto de vista de la salud mental. El hecho de que una persona se vea impedida y que necesite de la ayuda de los demás para hacer labores que antes realizaba sin problema es algo difícil de asumir y que puede provocar que esa persona se sienta menos válida, algo que no debería ser así.
El plano mental es uno de los grandes olvidados a nivel social en todos los sentidos. La ansiedad, la depresión o el estrés son problemas que cada día están más presentes en la mente de las personas. Aunque estemos hablando de ese tipo de hombres o mujeres en situación de dependencia, lo cierto es que se debe hacer lo posible para ayudar a todas esas personas que padezcan esos problemas por cualquier motivo. La labor psicológica es realmente necesaria en los momentos en los que nos encontramos y quien lo niegue no tiene corazón.
Cuidar de todas las personas que forman parte de nuestra sociedad es algo que corresponde a los diferentes actores sociales. Hablamos de un asunto muy serio, que tiene una influencia en el estado físico y el mental de la gente y que nadie puede olvidar. No es humano y sobre todo tampoco es justo que queden personas al margen en lo que tiene que ver con esto. Esto determina que clase de país somos y qué calidad de vida somos capaces de ofrecerle a la gente.