Si dudas de cuál es el mayor bien de tu empresa, te recomendamos que empieces a prestarle atención a tu marca. Una empresa no es nada sin su marca, ya que la identificación por el consumidor de una marca con un producto supone un bien intangible de difícil valoración económica.
La marca es el principal valor de toda empresa, pero como todo bien hay que cuidarla. Tener una marca significa ser fiel a ella y a los principios que se identifican con la misma. Toda marca debe de tener una razón y unos principios de ser, de otra manera estaríamos en frente de un bien que no quiere decir nada.
Y recordemos que la identificación en el mercado es super importante, sobre todo a día de hoy que existe una competencia abrumadora. Además, existe una competencia a todos los niveles, tanto en el nivel de productos y servicios como en el nivel de la logística. Las empresas compiten para ser las mejores en su campo.
Internet es uno de los medios dónde más competencia encontramos, y una marca que vende bien en Internet puede ser una gran ventaja con respecto a otras empresas del mismo sector. Esto se consigue mediante las estrategias de marketing, que no pueden dejar de tratar las redes sociales, e incluso puede pensarse en contratar influencers a los que patrocinar.
Una vez que se tiene bastante dinero, y se piensa en sacar un nuevo producto o servicio al mercado, hay que tener en cuenta que debemos de seguir siendo fieles a la marca. Si nuestro nuevo producto o servicio no encaja con la marca, entonces debemos de plantearnos si ha llegado el momento de diversificar.
Diversificar es crear dos estrategias diferentes dentro de una misma empresa, de manera que estas pueden servir a principios diferentes ya que tienen una denominación diferente, aunque pertenezcan a la misma marca. En el artículo de hoy vamos a ver varios motivos por los cuales es necesario diversificar una marca o empresa.
Motivos que incitan a la diversificación
En primer lugar, podemos prever una reducción de riesgos. al ampliar el ámbito de inversión y contar con varios negocios, las empresas reducen el riesgo de fracaso financiero. Las probabilidades de que una actividad fracase son elevadas, pero de que lo hagan varias es más reducida.
De esta manera, en el caso de que se cumpla el peor de los pronósticos, y una empresa entra en bancarrota, no afectará a los demás negocios del grupo. Las grandes multinacionales suelen utilizar esta estrategia cuando lanzan al mercado productos innovadores o que no tienen todas las probabilidades de tener éxito.
También podemos diversificar en atención a la saturación del mercado. El mercado es altamente competitivo y algunos sectores industriales están sobresaturados, pues muchas organizaciones ofrecen los mismos productos y servicios. La diversificación abrirá las puertas de nuevos mercados y permitirá ofrecer nuevos productos.
Esto lo hacen empresas que están enfocadas en ofrecer servicios, pero que son capaces de desarrollar también productos relacionados con estos servicios. De esta manera, con el fin de poder competir con una mayor seguridad, algunas empresas diversifican su empresa para ofrecer productos novedosos de la empresa.
También podemos diversificar para el aprovechamiento de recursos. Algunas empresas deciden invertir su excedente de recursos y capacidades en la creación de nuevos productos o establecimiento de lazos con otras corporaciones. Esto suele pasar cuando hay unos beneficios por encima de las previsiones, entonces las cantidades ganadas de más se invierten en una nueva línea de productos o servicios que complementa a la ya existente, compartiendo con esta recursos.
La generación de sinergias es un motivo de peso. El desarrollo de nuevas actividades o la relación con otros entes dará como resultado un funcionamiento más eficiente del conjunto y un mayor control sobre el negocio. Esto nos permitirá operar económicamente con seguridad en un mercado en el que la competencia es apabullante.