Emprender es una elección que, una vez tomada implica un gran despliegue de talentos, si bien, puede que uno de los principales músculos para emprender con éxito sea el de la motivación.
Resulta curioso que después de la formación en cualquier campo de especialidad en pocas escuelas o universidades enseñen a comprender algo tan vital para cualquier emprendedor como es la motivación.
Muchas veces lo que puede parecer un fracaso puede ser una nueva oportunidad para preguntarnos dos grandes preguntas: “¿Por qué?” y “¿para quién?”
Parecen dos preguntas muy sencillas, sin embargo, el fracaso de muchos emprendedores se encuentra en no haberse planteado estas dos sencillas preguntas con detenimiento.
Y es que, solo si nuestro propósito es claro y firme encontraremos la motivación necesaria para no desfallecer en el camino. Asimismo, solo si entendemos que ese propósito está al servicio de una comunidad determinada encontraremos la posibilidad de dar forma a nuestro proyecto.
¿En qué consiste la Motivación?
Ahora bien, a qué nos referimos al hablar de motivación y qué diferentes tipos de motivación podemos encontrarnos.
A grandes rasgos podemos entender la motivación como esos impulsos que nos hacen ponernos en “modo acción”. Se trata de mecanismos que surgen de nosotros y que nos guían para conseguir verdaderos resultados.
La motivación varía en cada persona atendiendo a los diferentes caracteres y personalidades, si bien podemos distinguir entre diferentes tipos de motivación.
Por un lado, tenemos la motivación por logro, la motivación por competencia, la motivación por afiliación, la motivación por autorrealización y la motivación por poder.
Así, dependiendo de cada uno podremos tener más dosis de un tipo de motivación que de otra. Ser conscientes de esto nos ayudará a la hora de organizarnos y sacar adelante un proyecto.
No cabe duda de que los resultados que obtengamos tendrán mucha relación con nuestra motivación, sea del tipo que sea, por lo que es una variable que debemos conocer y entrenar.
En primer lugar, la motivación por logro tiene que ver con nuestro interés por vencer los desafíos que se nos presenten, nuestras ganas de avanzar y crecer.
Por otro lado, la motivación por competencia tiene que ver con el impulso que nos lleva a realizar un trabajo de la máxima calidad. El interés aquí por un trabajo bien hecho es la propia satisfacción personal, un sentido de crecimiento personal a través de la profesión y de autoconfianza.
A diferencia de las anteriores, la motivación por afiliación hace hincapié en el impulso a relacionarse con las personas. En este tipo de motivación la retroalimentación por parte de otros miembros del equipo de trabajo es fundamental.
Similar a la motivación por competencia tenemos la motivación por autorrealización donde el impulso y motor principal es la necesidad de realización personal, esa tendencia a ser la mejor versión de nosotros mismos y aprovechar al máximo nuestro potencial.
Por último, la motivación por poder que se refiere al impulso por influir en los demás y en las situaciones. Una motivación muy característica en profesiones como la política.
Para profundizar en la motivación son muchos los libros que tratan sobre el tema, entre ellos, uno de especial interés para su consulta es el de Ediciones Aljibe, titulado “Psicología del Trabajo” donde además del tema de la motivación también se tratan aspectos muy interesantes como la evaluación del desempeño, el estrés en el trabajo, la satisfacción laboral y el liderazgo.