No son tiempos fáciles para dirigir un negocio. Todos y todas lo sabemos ahora más que nunca después de haber vivido en primera persona todas las dificultades que han venido siendo ocasionadas por culpa del maldito coronavirus. Son muchos los negocios que se han visto obligados a cerrar sus puertas y no solo a causa de una restricción en concreto, sino para siempre. Y eso ha generado un impacto en nuestra economía que ha terminado causando muchos problemas y muchos cambios (a peor) en la vida de la gente. La situación ha sido verdaderamente dramática.
Para que veáis la magnitud de lo que ha sucedido en términos históricos, os animamos a que echéis un vistazo al gráfico que os vamos a enlazar a continuación de la web EPData. En él, se indica la variación del PIB desde los años 70. Como veis, en el año 2020 se registra un descenso del PIB que ha sido espectacular, que no tiene competidor con ningún otro descenso ni de lejos (ni siquiera el de la famosa recesión del 2008). Eso sí, la mejora también ha sido notable después de que acabara el confinamiento y llegara la vacuna. Menos mal.
Son muchos los negocios y los sectores que han vivido una vorágine de situaciones que les ha llevado a experimentar cambios tan radicales como los que acabamos de comentar. Uno de los sectores que peor lo ha pasado ha sido el de la fabricación de velas. La prohibición y después limitación de las reuniones entre personas hizo que entornos en los que se usan estos productos (cumpleaños o misas, por ejemplo) se dejaran de celebrar, reduciéndose de manera drástica el consumo de velas y poniéndose entre la espada y la pared a los negocios relacionados con ellas.
Estamos hablando de un producto conocido por todo el mundo, tradicional y que, sobre todo, mejoró sus registros durante la etapa de la industrialización, tal y como apunta el artículo Historia de la fabricación de velas de Wikipedia. Y es que este periodo permitió ver implementada la tecnología necesaria para realizar la producción de estas velas en masa, convirtiéndose estas en un producto de gran consumo y poniendo a las empresas del sector, en muchas ocasiones, entre las más rentables del momento. La verdad es que estamos hablando de una actividad vigente durante muchos años en España y que ha vivido su peor momento en los últimos meses.
Los profesionales del sector dedicado a la producción de velas, como los de otros sectores, han vivido sus peores momentos en los últimos tiempos a causa de la irrupción de la pandemia. Pero, como el resto de nuestra economía, parecen empezar a ver la luz. El crecimiento de la demanda se viene haciendo notar desde el pasado mes de mayo. Al menos así nos lo han indicado desde velas Mas Roses, cuya facturación ha repuntado en las últimas semanas hasta incluso superar la de antes de la pandemia. La gente tiene más ganas de celebración que nunca y eso siempre beneficiará a los productores de velas.
Un sector que también fue golpeado por la crisis de 2008
La fabricación de velas siempre ha notado especialmente los periodos en los que la economía no ha sido todo lo boyante que nos hubiera gustado. Acabamos de ver que el coronavirus jugó una mala pasada a las empresas del sector, pero es que, en otras crisis económicas, también ha sucedido lo mismo (si bien no en la misma escala, como veíamos en el gráfico que señalábamos antes de la web de EPData). El caso es que hablamos de entidades que siempre son de las primeras en notar los vaivenes de la economía.
Un buen ejemplo es lo sucedido durante la crisis de 2008, catalogada por muchos expertos como la peor desde el crack de 1929. Desde 2008 en adelante, la facturación de las empresas dedicadas a la producción de velas se redujo de un modo considerable, llegando a cerrar muchas de esas entidades durante los dos primeros años de la crisis. Los problemas entre las que pervivieron se multiplicaron y la verdad es que no cabe duda de que fue todo un reto sobrevivir a una situación como tal.
Creemos que es hora de que la economía española en general, y la producción de velas en particular, avance en el buen sentido en los próximos tiempos. Como antes hemos apuntado, la gente tiene muchas ganas de disfrutar de la vida después de tantas complicaciones vividas durante los últimos meses. Y eso seguro que va acompañado de un mayor consumo. Una cosa va siempre ligada a la otra y en el sector del que os hemos venido hablando lo saben bien. Mejor que nadie, nos atreveríamos a decir.