En el mundo de los negocios se ha descubierto por activa y por pasiva que no existe una manera de hacer los negocios, ya que el camino al éxito no está ni mucho menos marcado. Esto permite que los empresarios decidan dirigir sus negocios de una manera que no tiene que coincidir con la de los competidores.
De hecho, esto último sigue la máxima que utilizan muchos profesionales, y es que si quieres ser diferente no hagas lo mismo que la competencia. Ser único es muy difícil, ya que implica riesgos que en ocasiones resultan difíciles de asumir, aunque al final es la única manera de seguir adelante con un proyecto.
En el artículo de hoy vamos a centrarnos en el sector de los hoteles, un sector con unas características especiales, ya que sacar reglas generales en un sector tan dispar por la cantidad de diferentes hoteles es difíciles. Pero siempre existen punto en común sobre los que se puede tratar.
La manera de llevar un hotel depende en gran medida de la calidad del mismo, ya que un hotel de cinco estrellas conlleva una responsabilidad por cuidar del detalle, que en un hotel de tres estrellas no es tan importante. Y incluso podemos hablar sobre los hoteles boutique, que destacan por su exclusividad.
Un ejemplo de este último tipo de hoteles es Mercer Barcelona es un hotel de lujo, con 28 habitaciones, situado en el corazón del barrio gótico, muy cerca de la catedral. Este hotel boutique de cinco estrellas es monumento es un entorno único, pensado para satisfacer la búsqueda de exclusividad y de una experiencia singular, y situado en pleno centro de Barcelona.
Dentro de la gestión hotelera existen diferentes formas de llevarse a cabo, y una de ellas consiste en derivar la gestión a una cadena de hoteles a cambio de un alquiler del hotel y parte de los beneficios. Este tipo de gestión hotelera se realiza mediante contratos de relativa complejidad que vamos a intentar desgranar.
El contrato de gestión hotelera te permite despreocuparte parcialmente de tu hotel
Los contratos de gestión hotelera en el mercado español representan en la actualidad únicamente entre un 1 y un 2% de las relaciones entre propietarios y operadores de los inmuebles, si bien esta tendencia cambiará en los próximos años y esta fórmula irá ganando terreno en el sector nacional.
El optar por la fórmula de la gestión es más bien un tema de percepción de riesgo y de decisión estratégica, ya que tradicionalmente el contrato de gestión ha venido dando mucho miedo. Pero ahora hay cada vez más gente informada sobre el sector, que sabe que con la gestión se puede ganar más dinero, y están entrando en el mercado inversores sin experiencia inmobiliaria que están más abiertos a optar por fórmulas de gestión porque no vienen de la tradición típica española de los contratos de alquiler
Se trata de un tipo de contratación atípico en nuestro derecho que ha entrado en el mercado hotelero español de manos de las grandes cadenas hoteleras extranjeras que gestionan hoteles de cuatro y cinco estrellas. De forma sencilla, podemos decir que, a través de este contrato, una cadena hotelera se encarga de dirigir y gestionar un hotel en nombre y por cuenta de su propietario, a cambio de una contraprestación que se calcula en función de los resultados económicos.
Este tipo de contratos resulta atractivo para las grandes cadenas hoteleras porque les permite beneficiarse de economías de escala, expandirse en nuevos mercados reduciendo los riesgos inherentes a la propiedad y con un desembolso de capital limitado, dado que el propietario es quien aporta el inmueble, y los fondos necesarios para el mobiliario, la decoración, primas de seguros, impuestos, etc. y es quien corre con todo el riesgo (inmobiliario, hotelero y en la mayoría de los casos socio/laboral).
Al tratarse de cadenas hoteleras con marcas de prestigio, importante experiencia y know-how, el propietario del hotel se beneficia de la profesionalización del personal, mayor poder de negociación frente a las agencias de viajes y tour-operadores, mayor capacidad para obtener créditos, etc. El cliente asocia y extrapola la imagen y calidad de un hotel de la cadena a todos los hoteles que la componen, lo que supone una reducción de los costes de búsqueda de clientes potenciales, y en resumidas cuentas, en un aumento de los beneficios.